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Ensalada templada de hortalizas de primavera con vinagreta de cítricos

Bienvenidos a nuestro espacio de recetas y cocina consciente. Hoy te traemos una receta perfecta para estos días de finales de mayo, cuando el calor comienza a anunciar la llegada del verano y nuestro cuerpo nos pide platos frescos, ligeros y llenos de vitalidad. En Espacio Orgánico creemos que la alimentación es una forma de autocuidado y conexión con la naturaleza, por eso apostamos por recetas con ingredientes de temporada, ecológicos y de proximidad, que nos nutran tanto por dentro como por fuera.

Esta receta es mucho más que una simple ensalada: es un homenaje a la huerta de mayo, una explosión de colores, texturas y sabores que te ayudará a depurar el organismo, mantenerte hidratado y aportar todos los micronutrientes que tu cuerpo necesita para afrontar el cambio de estación. Además, es muy fácil de preparar, no requiere técnicas complicadas y puedes adaptarla según lo que encuentres en el mercado ecológico más cercano.

Ingredientes principales (para 2-3 personas)

                 1 manojo de espárragos verdes

                 1 calabacín mediano

                 1 zanahoria grande

                 1 puñado de guisantes frescos (pueden ser congelados si no encuentras frescos)

                 1/2 bulbo de hinojo (opcional, pero aporta un toque anisado muy especial)

                 1 remolacha pequeña cocida

                 Unas hojas de lechuga romana o brotes tiernos

                 1/2 cebolla morada

                 Unas ramitas de perejil fresco

                 Unas hojas de menta o albahaca fresca

                 Aceite de oliva virgen extra ecológico

                 Zumo de 1 naranja

                 Zumo de 1/2 limón

                 Sal marina sin refinar

                 Pimienta negra recién molida

                 Semillas de sésamo tostado o de calabaza (opcional, para decorar)

Para un toque especial:

                 Unas fresas frescas cortadas en láminas (aportan frescor y un contraste delicioso)

                 Unas flores comestibles de temporada (caléndula, capuchina, pensamiento...)

Preparación paso a paso

1. Preparar las hortalizas

Lava bien todas las hortalizas bajo el grifo, preferiblemente con un cepillo suave si son ecológicas, para eliminar cualquier resto de tierra. Pela la zanahoria y la remolacha si lo prefieres, aunque la piel contiene muchos nutrientes si son de cultivo ecológico.

                 Espárragos: Corta la parte dura del tallo (puedes guardarla para un caldo vegetal) y trocea el resto en piezas de unos 3-4 cm.

                 Calabacín: Córtalo en medias lunas o en tiras finas, como prefieras.

                 Zanahoria: Puedes cortarla en bastones finos o en rodajas.

                 Hinojo: Si decides incluirlo, córtalo en láminas muy finas.

                 Guisantes: Si son frescos, desgránalos.

                 Remolacha: Córtala en cubos pequeños o en láminas finas.

                 Cebolla morada: Pela y corta en juliana fina.

2. Cocinar al vapor o saltear

Para conservar al máximo los nutrientes y el sabor de las hortalizas, te recomendamos cocinarlas al vapor durante pocos minutos (3-5 minutos), lo justo para que estén al dente y conserven su color y textura. Si prefieres, puedes saltearlas ligeramente en una sartén con una cucharada de aceite de oliva.

                 Empieza por los espárragos y los guisantes, que necesitan un poco más de tiempo.

                 Añade el calabacín y la zanahoria al final, para que queden crujientes.

                 El hinojo y la remolacha no necesitan cocción si están tiernos; si prefieres, puedes añadirlos crudos para aportar más frescor.

3. Montar la ensalada

En una fuente amplia, coloca una base de lechuga romana o brotes tiernos. Distribuye las hortalizas cocinadas y las crudas de forma armoniosa, jugando con los colores y las formas. Añade la cebolla morada en juliana, el perejil y la menta picados, y, si te animas, unas láminas de fresas y flores comestibles.

4. Preparar la vinagreta de cítricos

En un bol pequeño, mezcla el zumo de naranja y de limón, una pizca de sal marina, pimienta negra y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Bate bien hasta emulsionar. Puedes añadir unas semillas de sésamo tostado o de calabaza para dar un toque crujiente y más nutrientes.

5. Aliñar y servir

Riega la ensalada con la vinagreta justo antes de servir para que las hojas no se marchiten. Decora con más hierbas frescas y semillas al gusto.

Beneficios para la salud de los ingredientes

En Espacio Orgánico nos gusta ir más allá del sabor y hablar de cómo cada ingrediente suma bienestar a nuestro día a día. Esta ensalada es un auténtico cóctel de salud:

Espárragos verdes

Son ricos en fibra, ácido fólico, vitamina C y antioxidantes. Favorecen la depuración del organismo, ayudan a eliminar toxinas y son diuréticos, ideales para combatir la retención de líquidos típica de los cambios de estación.

Calabacín

Muy bajo en calorías y con alto contenido en agua, el calabacín es perfecto para hidratarse y aportar minerales como el potasio y el magnesio. Su fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y su sabor suave combina con todo.

Zanahoria

Fuente natural de betacarotenos, que el cuerpo transforma en vitamina A, esencial para la salud de la piel y la vista. Además, es antioxidante y ayuda a preparar la piel para el sol del verano.

Guisantes frescos

Son una legumbre primaveral, rica en proteínas vegetales, fibra y vitaminas del grupo B. Aportan energía de liberación lenta y ayudan a mantener estables los niveles de glucosa en sangre.

Hinojo

Tiene propiedades digestivas, ayuda a reducir la hinchazón abdominal y aporta un sabor anisado refrescante. Es rico en vitamina C y minerales como el calcio y el hierro.

Remolacha

Es fuente de hierro, ácido fólico y antioxidantes como la betanina, que protege las células del daño oxidativo. Su color intenso es señal de su poder nutritivo.

Lechuga romana y brotes tiernos

Aportan clorofila, fibra, vitaminas y minerales. Son muy depurativos y ayudan a limpiar el organismo.

Cebolla morada

Contiene quercetina, un potente antioxidante, y compuestos azufrados que refuerzan el sistema inmunológico.

Hierbas frescas (perejil, menta, albahaca)

Aportan vitaminas, minerales y aceites esenciales que favorecen la digestión y refrescan el aliento. El perejil, además, es un gran depurativo y remineralizante.

Aceite de oliva virgen extra

Grasa saludable por excelencia, rico en polifenoles y vitamina E, protege el sistema cardiovascular y mejora la absorción de los nutrientes de las hortalizas.

Cítricos (naranja y limón)

Aportan vitamina C, que refuerza las defensas y mejora la absorción del hierro vegetal. Su sabor ácido y dulce realza el conjunto y ayuda a alcalinizar el organismo.

Semillas de sésamo o calabaza

Son una fuente excelente de ácidos grasos esenciales, proteínas, calcio y zinc. Ayudan a fortalecer el sistema nervioso y aportan un toque crujiente delicioso.

¿Por qué apostar por productos de temporada y ecológicos?

En Espacio Orgánico defendemos el consumo de productos de temporada y ecológicos por varias razones:

                 Más sabor y nutrientes: Las hortalizas de temporada se recogen en su punto óptimo de maduración, lo que se traduce en mejor sabor y mayor concentración de vitaminas y minerales.

                 Menor huella ecológica: Al consumir productos lo más locales posible y de temporada, reducimos el transporte y el uso de recursos, favoreciendo la sostenibilidad del planeta.

                 Sin pesticidas ni tóxicos: Los productos ecológicos están libres de residuos químicos tóxicos, lo que es mejor para nuestra salud y la del entorno.

                 Apoyo a la economía local: Al comprar a productores cercanos, fomentamos la economía circular y el desarrollo rural.

Consejos para adaptar la receta

                 Varía según lo que encuentres en el mercado: Puedes añadir otras hortalizas de temporada como habas, tirabeques, rábanos o incluso unas alcachofas baby.

                 Hazla más saciante: Si quieres convertir esta ensalada en un plato único, puedes añadir un poco de quinoa cocida, arroz integral o legumbres cocidas (lentejas, garbanzos).

                 Juega con las hierbas y especias: Prueba con eneldo, cilantro, tomillo o incluso un toque de comino para variar el perfil aromático.

                 Para llevar: Esta ensalada es perfecta para llevar en un táper al trabajo o a un picnic, solo recuerda añadir la vinagreta en el último momento.

Preparar y disfrutar esta ensalada puede ser mucho más que un acto cotidiano: conviértelo en un pequeño ritual de autocuidado. Dedica unos minutos a observar los colores, los aromas y las texturas de cada hortaliza, agradece a la tierra y a las personas que han hecho posible que lleguen a tu mesa y, sobre todo, escucha a tu cuerpo. La alimentación consciente es una forma de conectar con el presente y con la naturaleza.

Esperamos que disfrutes de esta receta tanto como nosotros. ¡Cuéntanos en comentarios si la pruebas o si tienes tu propia versión! Y, como siempre, te invitamos a seguir explorando, experimentando y alimentando tu bienestar desde la cocina.


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