Ir al contenido

Día Internacional de la Biodiversidad 2025: Un canto a la vida que nos sostiene

Hay un susurro antiguo que recorre los campos, los bosques y las montañas de España. Un murmullo que se escucha en el zumbido de las abejas, en el aleteo del alimoche sobre los riscos, en el rumor de los arroyos que descienden desde la sierra. Es la voz de la biodiversidad, ese tapiz infinito de seres y paisajes que, juntos, componen la sinfonía de la vida.

La biodiversidad es mucho más que un catálogo de especies. Es la urdimbre invisible que une a cada planta, animal y microorganismo; es la diversidad genética que hace único a cada olivo, a cada oveja merina, a cada abeja negra ibérica. Es la variedad de ecosistemas que pueblan nuestra geografía: los lagos de aguas cristalinas, los bosques de robles y encinas, los desiertos vibrantes de vida, los campos agrarios donde el trigo y la lavanda bailan con el viento. Es, también, la historia de las interacciones entre todos estos seres y su entorno: el agua que nutre, el aire que acaricia, el suelo que sostiene.

En este Día Internacional de la Biodiversidad, queremos rendir homenaje a esa riqueza que nos define y nos da vida. Pero también queremos alzar la voz, porque la biodiversidad española, tan generosa y tan frágil, está amenazada. Y porque, desde Espacio Orgánico, creemos que cuidar la biodiversidad es cuidar nuestro propio futuro.

España: un arca de biodiversidad en Europa

España es, sin duda, uno de los grandes santuarios de la biodiversidad europea. Nuestra posición geográfica, la variedad de climas y relieves, la historia de convivencia entre el ser humano y la naturaleza, han dado lugar a un mosaico de vida único en el continente.

Aquí habitan más de 85.000 especies, muchas de ellas endémicas, es decir, que no existen en ningún otro lugar del mundo. Desde el lince ibérico, el felino más amenazado del planeta, hasta el pinsapo, ese abeto relicto que sobrevive en las sierras andaluzas como un testigo de la era glacial. Desde los corzos que cruzan los hayedos del norte hasta las orquídeas diminutas que salpican los prados mediterráneos. España es también tierra de aves: más de 600 especies surcan nuestros cielos, entre ellas el majestuoso quebrantahuesos y el ágil vencejo real.

Pero la biodiversidad española no se mide solo en especies. Se expresa en la riqueza de nuestros paisajes: las marismas de Doñana, los humedales de la Mancha, los bosques atlánticos de Galicia, las dehesas salpicadas de encinas y alcornoques, los sistemas dunares de la costa, los abruptos acantilados de los Picos de Europa, los desiertos de Tabernas y Bardenas. Cada uno de estos ecosistemas es un pequeño universo, donde la vida se adapta, se reinventa y se entrelaza en una red de relaciones tan compleja como bella.

La biodiversidad como raíz de nuestra cultura y bienestar

La biodiversidad no es solo un tesoro natural; es la raíz de nuestra cultura, nuestra economía y nuestro bienestar. Los recursos biológicos son los pilares que han sustentado las civilizaciones desde tiempos inmemoriales. Los peces de nuestros ríos y costas proporcionan el 20% de las proteínas animales a tres mil millones de personas en el mundo. Más del 80% de la dieta humana está basada en plantas, muchas de ellas cultivadas en los campos españoles: trigo, olivo, vid, tomate, almendra, naranja… Cada variedad local, cada semilla tradicional, es un legado de sabiduría y adaptación.

En las zonas rurales, la biodiversidad es aún más vital. Aproximadamente el 80% de las personas que viven en áreas rurales de países en desarrollo dependen de medicamentos tradicionales obtenidos de la vegetación de su entorno. En España, la medicina popular ha recurrido durante siglos a las plantas autóctonas: el romero para el dolor, la manzanilla para el estómago, el tomillo para la tos. La biodiversidad es, también, fuente de inspiración artística, de tradiciones culinarias, de fiestas y rituales que celebran la vida en todas sus formas.

Los desafíos: una riqueza en peligro

Sin embargo, esta riqueza está en peligro. El número de especies y ecosistemas disminuye a un ritmo acelerado debido a la actividad humana. La crisis climática, la deforestación, la contaminación, la fragmentación de hábitats, la sobreexplotación de recursos y la introducción de especies invasoras están empujando a cientos de especies al borde del abismo.

En España, el 14% de las especies evaluadas figuran en alguna categoría de amenaza según la Lista Roja de la UICN. El lince ibérico, que estuvo a punto de desaparecer, es solo la punta del iceberg. El visón europeo, la foca monje, el águila imperial ibérica, el fartet (un pequeño pez endémico), el pinsapo… todos ellos luchan por sobrevivir en un entorno cada vez más hostil.

Los bosques, esos pulmones verdes que absorben carbono y regulan el clima, están amenazados por la deforestación, los incendios y las plagas. Los humedales, esenciales para la migración de aves y la recarga de acuíferos, han perdido más del 60% de su superficie en el último siglo. Los ríos y lagos sufren la presión de la contaminación y la sobreexplotación. Los suelos, agotados por la agricultura intensiva, pierden fertilidad y biodiversidad microbiana.

La salud de nuestro planeta está íntimamente ligada a la biodiversidad. A medida que invadimos ecosistemas frágiles, nos ponemos en contacto cada vez mayor con la fauna silvestre, lo que facilita la transmisión de enfermedades entre animales y humanos. Las pandemias recientes nos han recordado, de forma dolorosa, que la salud humana y la salud del planeta son inseparables.

Un compromiso global

En diciembre de 2022, el mundo dio un paso histórico al aprobar el Marco Mundial Kunming-Montreal, también conocido como El Plan de Biodiversidad. Este acuerdo establece 23 metas para 2030 y 4 objetivos globales para 2050, con el fin de detener y revertir la pérdida de la naturaleza en los próximos 25 años. Entre sus elementos clave destacan:

                 Restaurar el 30% de los ecosistemas degradados del planeta.

                 Reducir a la mitad los desechos de alimentos.

                 Invertir al menos 200.000 millones de dólares anuales en estrategias que beneficien a la biodiversidad.

Este plan está estrechamente vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Ambas agendas deben avanzar juntas, porque se apoyan mutuamente: no puede haber desarrollo sostenible sin biodiversidad, ni biodiversidad sin un desarrollo que respete los límites del planeta.

Pero el tiempo apremia. En 2025, solo quedan cinco años para cumplir las metas del Plan de Biodiversidad y los ODS. Es una llamada a la acción, un recordatorio de que debemos actuar ya, con decisión y esperanza.

Espacio Orgánico: sembrando futuro, cultivando biodiversidad

En Espacio Orgánico creemos que cada gesto, por pequeño que sea, puede marcar la diferencia. Nuestra misión es cuidar la biodiversidad desde la raíz, promoviendo un modelo de vida y consumo que respete y regenere la naturaleza.

1. Agricultura ecológica y local

Apostamos por la agricultura ecológica y ganadería, que protege los suelos, fomenta la diversidad de cultivos y variedades autóctonas, y respeta los ciclos naturales. Trabajamos con productores lo más locales posible que cuidan la tierra como un bien común, evitando pesticidas y fertilizantes químicos tóxicos que dañan la vida invisible del suelo y los polinizadores. E intentamos comprar siempre directamente al productor, sin intermediarios. TODOS nuestros productos están certificados como ecológicos.

2. Productos de proximidad y temporada

Elegimos productos de proximidad y temporada, que no solo son más frescos y sabrosos, sino que también reducen la huella ecológica y favorecen la conservación de variedades tradicionales y razas autóctonas.

3. Educación y sensibilización

Promovemos la educación ambiental y la sensibilización, porque solo se protege lo que se conoce y se ama. Organizamos talleres, charlas y actividades para todas las edades, para descubrir la biodiversidad que nos rodea y aprender a cuidarla.

4. Envases sostenibles y reducción de residuos

Apostamos por envases sostenibles y la reducción de residuos o el desperdicio alimentario, combatiendo la contaminación que asfixia nuestros ríos y mares. Fomentamos la reutilización, el reciclaje y el consumo responsable.

5. Restauración de ecosistemas y apoyo a proyectos de conservación

Colaboramos con productores y proyectos que restauran ecosistemas y fomentan la recuperación de especies emblemáticas.

Un canto a la esperanza: armonía con la naturaleza

La biodiversidad es un poema escrito a muchas voces. Es el canto del mirlo al amanecer, el susurro del viento entre los robles, el murmullo del agua entre los juncos. Es la promesa de un futuro donde la humanidad y la naturaleza caminen de la mano, en armonía y respeto mutuo.

Proteger la biodiversidad es cuidar lo que nos cuida. Es devolver a la tierra parte de lo que nos da, es sembrar futuro para las generaciones que vendrán. Cada vez que eliges un producto ecológico, cada vez que reduces tus residuos, cada vez que te maravillas ante la belleza de una flor silvestre o el vuelo de una mariposa, estás contribuyendo a ese futuro.

En Espacio Orgánico celebramos la vida en todas sus formas y renovamos nuestro compromiso: actuar, inspirar, transformar. Porque la biodiversidad no es solo un legado, es una promesa. Y está en nuestras manos cumplirla.

¿Qué puedes hacer tú?

La protección de la biodiversidad es una tarea colectiva. Todos podemos aportar nuestro grano de arena:

                 Elige productos ecológicos y lo más locales que puedas.

                 Reduce tu consumo de plásticos y residuos.

                 Apoya la conservación de variedades y razas autóctonas.

                 Participa en actividades de educación ambiental.

                 Respeta los espacios naturales y la fauna silvestre.

                 Comparte el mensaje y contagia tu entusiasmo por la naturaleza.

Un futuro en nuestras manos

La biodiversidad es el mayor tesoro de España, la fuente de nuestra vida y nuestra identidad. Está en peligro, pero aún estamos a tiempo de protegerla y restaurarla. Desde Espacio Orgánico, te invitamos a sumarte a este viaje de regreso a la armonía con la naturaleza. Porque cuidar la biodiversidad es, en última instancia, cuidarnos a nosotros mismos.

Hoy, en el Día Internacional de la Biodiversidad, celebremos la vida. Y, sobre todo, comprometámonos a protegerla. Porque el futuro es un jardín que debemos cultivar juntos, con amor, respeto y esperanza.


Compartir esta publicación
Archivar
Iniciar sesión para dejar un comentario
El gran reto de reducir el impacto del plásticos