Si sois de los que aún no habéis probado el menú del día del EcoBar de Espacio Orgánico en Alcobendas, os recomiendo que lo hagáis. Por muchas razones, pero por una especial que me lleva a escribir esta líneas: El pan. Se trata de un pan de masa madre con una textura, un color y sabor...; esponjoso como un bollo, de esos que no resistes y antes de que llegue el primer plato ya te has comido la mitad de la pieza.
Y es que hay mucha diferencia entre un pan pan, ecológico, y algunos de los panes convencionales que se han “puesto de moda”, como esos que te venden como “recién horneados por nosotros”.
Pan convencional
Hace poco leímos un comentario que el médico e investigador en tóxicos domésticos Nicolás Olea hacía en su Facebook y que era muy preocupante. Mostraba la etiqueta de un pan y apostillaba: “¿De verdad comerías algo que tuviese un poco -solo un poquito- de lo que marca esa etiqueta?”.
Esta etiqueta es la advertencia de la Agencia europea de productos químicos (ECHA) sobre el plaguicida ciproconazol, un fungicida para el control de hongos en el cultivo del cereal.
La traduzco por si fuese necesario, comentaba Olea: “Esta sustancia es tóxica por ingestión, puede dañar al feto, es muy tóxica para la vida acuática … con efectos nocivos duraderos y puede provocar daños en los órganos tras exposiciones prolongadas o repetidas. Además … esta sustancia puede dañar la fertilidad o al feto”.
Desde luego hay para elegir. Y es que la Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria (EFSA), el organismo oficial encargado de la vigilancia y control de la seguridad de los alimentos, nos dice que la comida actual es muy segura. Pero, claro, los parlamentarios europeos no han debido de pensar lo mismo. Según nos cuenta el científico -que está muy al día de las políticas de la UE en este ámbito- han rechazado las pretensiones de la Comisión Europea (el Gobierno de la UE) para que se importen a cualquier precio, y a cualquier coste en salud- los cereales y semillas, entre otros alimentos como limones, limas o mandarinas, necesarios para hacer pan, y que contienen alguno de cinco pesticidas tóxicos. Entre estos está el fungicida ciproconazol.
Pan ecológico
El pan ecológico, como decía al principio, es muy diferente pues se elabora a partir de ingredientes que han sido cultivados de acuerdo con los principios de la agricultura ecológica. Esto implica que los ingredientes, como la harina o la levadura, deben provenir de cultivos que no utilizan pesticidas sintéticos, fertilizantes químicos ni organismos genéticamente modificados (OGM). Además, se promueve el uso de prácticas sostenibles que protegen la biodiversidad y el medio ambiente.
El pan ecológico está hecho de ingredientes que son 100% orgánicos, que deben estar certificados por organismos de control que garantizan su calidad y el cumplimiento de las normativas. Se evita el uso de aditivos y conservantes artificiales. Los panaderos ecológicos frecuentemente utilizan fermentos naturales y masa madre. El proceso de producción está pensado para minimizar el impacto ambiental, incluyendo el uso eficiente del agua y la energía. El pan ecológico puede tener un mejor perfil nutricional, dado que está demostrado científicamente que las hortalizas “bio” contienen más nutrientes.
En resumen, el pan ecológico no sólo es mejor para ti y tu salud, sino también para el medio ambiente.
Las múltiples ventajas del pan ecológico