Una investigación del Observatorio de Corporaciones Alimentarias (OCA) de la asociación Justicia Alimentaria está popularizando un término: “Miel solar”. ¿Miel solar? Sí, resulta que en diciembre de 2023 una compañía eléctrica española lanzó lo que ellos denominan miel solar. Se trata de una miel producida en tres apiarios situados en plantas solares de la filial renovable de esa compañía.
Esta iniciativa se extenderá a 22 plantas para 2025 y claramente aprovecha el "boom de las renovables", una estrategia que algunos llaman "ecopostureo" o "greenwashing" (lavado verde).
¿Por qué "miel solar"?
Y ¿por qué la miel? La asociación que ha realizado el informe explica que la eléctrica pretende demostrar la "compatibilidad" entre la tecnología solar y la apicultura ecológica.
Sin embargo, esta iniciativa surge en medio de un intenso debate sobre si realmente es posible compatibilizar la expansión solar masiva con prácticas agrícolas sostenibles. En el ámbito rural cada vez están más enfadados porque muchas empresas están comprando o arrendando terrenos tradicionalmente dedicados a la agricultura para “plantar” placas solares o molinos de viento.
Problemas legales y regulaciones
Así, con este panorama, los términos "miel solar", "colmena fotovoltaica" y "apiario solar" se prestan más a confundir que a clarificar. No importa que las abejas se alimenten de néctar polinizando flores, aquí lo que se pretende comunicar es que las abejas logran producir miel ¡gracias a la existencia de los paneles solares!
Pero claro, existe una ley que puede cambiarlo todo. Según la nueva legislación, la denominación "miel solar" podría ser considerada una "práctica comercial engañosa".
Si se determina que este producto cae bajo esta categoría, quienes usan ese concepto podrían enfrentarse a multas significativas o incluso a la retirada de la marca hasta adaptarse a una nueva nomenclatura legal.
Ya ocurrió hace años. La Asociación Vida Sana denunció el uso del concepto “bio” por empresas alimentarias que lo utilizaban para promocionar como “ecológicos” productos que no eran tales, que no tenían la correspondiente certificación. Eran los llamados falsos “bio”.
Corría el año 2005 y existían en el mercado español más de 40 marcas que empleaban el término “bio” sin ser productos ecológicos. España era el único país europeo que permitía la utilización de este término para alimentos no producidos ecológicamente contraviniendo el derecho comunitario. Un Real Decreto acabó con esa situación.
Así que en resumidas cuentas, si la miel solar es clasificada bajo la categoría de ecopostureo según la Directiva europea, la empresa que use ese término podría enfrentarse a sanciones económicas o incluso a la retirada de la marca del mercado.
Demanda y propuestas de Justicia Alimentaria
Y ¿cuáles son las peticiones de Justicia Alimentaria?:
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Prohibición de la Nomenclatura "Miel solar".
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Apoyo a la apicultura local.
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Claridad en las Denominaciones de Origen.
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Regulación firme de los megaparques solares.
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A favor de las renovables, no de los megaproyectos.
Por nuestra parte, recomendaros que probéis la variada selección de mieles que tenemos en Espacio Orgánico. Todas 100% ecológicas certificadas. Provenientes de apiarios libres pues a esas abejas no se les obliga a vivir bajo placas solares sino que se crían en plena naturaleza.
Conclusión
El caso de la "miel solar" nos muestra cómo la búsqueda de innovaciones sostenibles puede llevar a conflictos entre la tecnología renovable y la agricultura tradicional. Esto resalta la necesidad de regulaciones claras y efectivas que aseguren que las nuevas prácticas empresariales sean tanto ecológicas como transparentes, evitando engaños al consumidor y protegiendo el patrimonio natural y agrícola.
El cuento de la “miel solar” y las verdaderas abejas