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Cuidados para la piel durante el verano

     EXPOSICIÓN SOLAR RESPONSABLE Y SALUDABLE. PROTECCIÓN SOLAR SIN TÓXICOS

¡La exposición solar no solo es recomendable, es muy necesaria! Pero…. ¿Dónde está el límite entre lo saludable y lo dañino?

El sol es necesario para la síntesis de vitamina D, un nutriente implicado en la formación de los tejidos corporales, ayudando en la absorción del calcio y un correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Además de ayudarnos a obtener la energía de los alimentos.

Un déficit de esta vitamina puede ocasionarnos grandes problemas de salud como los siguientes:

  •   Esclerosis múltiple
  •   Diabetes
  •   Hipertensión
  •   Síndrome metabólico
  •   Varios tipos de cáncer (mama, ovario, colon, páncreas y próstata)

Los baños de sol pueden protegernos ante enfermedades como la artritis reumatoide, la psoriasis, el asma y algunas infecciones.

Por cada 3 casos de cáncer debidos al exceso de sol se producen de 30 a 40 causados por su deficiencia.

Pero para que esa Vitamina D sea sintetizada, es necesaria la exposición solar sin protección, ya que éste bloquearía los rayos. Ese tiempo de exposición puede variar, dependiendo de la foto tipo de piel, las horas a las que nos expongamos y del tono de nuestra piel.

Para que os hagáis una idea, una persona con la piel clara, necesitará menos tiempo de exposición solar que una de piel morena o más bronceada, estas pieles más oscuras, necesitarán multiplicar por seis, el tiempo de exposición para poder sintetizar la misma cantidad de vitamina D que una persona de piel clara.

Una exposición solar saludable sería entre 20-30 minutos a primera o última hora del día, evitando las horas centrales, donde el sol está en su punto más alto.

¿QUÉ PROTECTOR SOLAR UTILIZAR?

Partimos de la base de que todo lo que pongamos en la piel pasa al torrente sanguíneo, es por ello que debemos usar protectores solares libres de tóxicos. Usar protectores solares convencionales, cargadas de ingredientes tóxicos, puede generar más daños que beneficios.

El protector solar debe protegernos frente a los rayos UVA (responsables del envejecimiento de la piel) como de los UVB (causantes de las quemaduras).

Los protectores con mayor protección frente a los UVA suprimen mejor la formación de radicales libres que atacan el ADN.

En el caso de los UVB... ¿Necesitamos un FPS 50 o superior?

  •     El FPS 15 bloquea el 93% de los rayos UVB.
  •     El FPS 20 bloquea el 95% de los rayos UVB.
  •     El FPS 30 bloquea el 97% de los rayos UVB.
  •     El FPS 60 bloquea el 98% de los rayos UVB.

Cómo veis la diferencia entre un porcentaje u otro es mínima, por lo que no es necesario un FPS de 50 para estar mejor protegidos, con un FPS 2530 es más que suficiente.

La protección extra de un protector FPS 50 es solo un 1% superior a la de los protectores FPS 2530. Cuando se usan correctamente, los protectores con FPS 30 ofrecen una adecuada protección, incluso para aquellas personas con pieles más sensibles, que son más propensas a quemarse.

El porcentaje de FPS tan solo nos indica el tiempo que podemos estar expuestos al sol sin peligro de quemarnos, aun así, mi recomendación es siempre aprender a escuchar a tu piel.

¿Y que hay sobre los rayos UVA?

Para asegurarnos de tener esa protección, debemos elegir siempre filtros físicos, no químicos. Los protectores solares FPS 30, que contienen sólo oxido de zinc como filtro UVB físico, habitualmente tiene mayor protección frente a los UVA, que un protector convencional con filtros químicos de FPS 50.

Los filtros químicos absorben los rayos UV, mientras que, por otro lado, los físicos los reflejan (hacen de espejo).

Los filtros físicos pueden estar compuestos por dos minerales, dióxido de titanio u óxido de zinc. Estos actúan bloqueando los rayos, al quedarse en la capa más superficial de las piel, sin ser absorbidos por el torrente sanguíneo los alcanzan el torrente sanguíneo. quedándose en la capa más superficial de la piel.

El óxido de zinc es el único filtro capaz de proteger frente a todos los rayos UVB y UVA, cubriendo todo el espectro, mientras que el dióxido de titanio protege contra los UVB y sólo una parte de los rayos UVA. Además, el dióxido de titanio ha sido considerado cancerígeno si se encuentra en nano-partículas, pero cuando el rio suena… yo lo evitaría de cualquier manera.

Otro ingrediente a evitar es la vitamina A, en forma de retinol, pues al exponernos al sol puede ocasionar lesiones sobre la pie

 

       ALIMENTACIÓN PARA LA PIEL

El envejecimiento de la piel y las arrugas se relacionan con una exposición excesiva al sol y a las cámaras de bronceado de rayos UVA, pero también a una mala alimentación y una mala digestión. No somos lo que comemos, sino lo que digerimos.

Para reducir los efectos negativos del sol lo ideal es llevar una dieta rica en antioxidantes que ayuda a prevenir los efectos negativos de la radiación solar y reforzar los positivos.

Las vitaminas A, C y E, el selenio y los compuestos químicos presentes en los vegetales con un color verde, rojo y naranja son potentes antioxidantes

De hecho, la vitamina C, es necesaria para la formación de colágeno y la mejor forma de obtener ese colágeno es a través de alimentos ricos en esta vitamina, no a través de ­s.

Los suplementos de vitamina C no se absorben tan bien como cuando esa vitamina C viene de alimentos enteros; por lo que es mejor y más rico comer un kiwi en vez de tomar una pastilla de vitamina C.

 

Entre los alimentos más ricos en vitamina C, para formar el colágeno que necesitamos, están los pimientos, los cítricos (limón, naranja, toronja, etc.), verduras de hoja verde oscuro, sobre todo, kiwi, camu-camu, granada, acai, bayas de goyi, tomates...

También los alimentos ricos en vitamina A, nos ayudan a preservar el colágeno que tenemos en el cuerpo: melón, calabaza, naranjas, zanahorias, etc. (alimentos de color naranja, ya que ese color indica que contienen vitamina A)

La vitamina E, el mejor antioxidante para la piel. Aceite como el de oliva, las almendras, avellanas, piñones, el germen de trigo… aguacate, espárragos, espinacas y pescados como el salmón, aunque el mayor contenido en vitamina E es de origen vegetal.

Alimentos ricos en sulfuro, otro nutriente indispensable en la formación de colágeno: ajo, cebolla, brócoli, bok choy, berza, etc.

Prácticamente, lo mejor que puedes hacer para que tu cuerpo produzca el colágeno que necesitas y lo mantengas en buenas condiciones es comer una buena cantidad de verduras y frutas frescas de diferentes colores. Además, si consumes estos alimentos enteros obtendrás una gran variedad de aminoácidos que ayudarán en la producción de colágeno.

 

 

 

 

 


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