Una dieta mediterránea hipocalórica combinada con actividad física reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en personas con sobrepeso y síndrome metabólico. Esta es la principal conclusión de uno de los mayores estudios sobre nutrición y prevención de enfermedades crónicas realizados en Europa: el ensayo PREDIMED-Plus.
Coordina este proyecto el investigador Jordi Salas-Salvadó (Universitat Rovira i Virgili e Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili), y han colaborado más de 200 especialistas de 23 universidades y centros de investigación españoles a lo largo de seis años. Sus resultados, publicados recientemente en la revista Annals of Internal Medicine, aportan evidencia sólida acerca de la eficacia de un enfoque integral y sostenible para prevenir la diabetes tipo 2, uno de los problemas de salud pública más preocupantes a nivel mundial en las últimas décadas.
Diabetes: un reto social y sanitario creciente
La diabetes es una enfermedad crónica que deteriora seriamente la salud y la calidad de vida de las personas que la padecen. En los últimos veinte años, su prevalencia ha aumentado de manera alarmante en paralelo al incremento de la obesidad y el sedentarismo, principalmente debido a cambios en el estilo de vida en países desarrollados y en vías de desarrollo.
No solo supone un desafío para los sistemas sanitarios, sino también para la sociedad en general, ya que sus complicaciones afectan múltiples ámbitos: desde cuestiones cardiovasculares hasta enfermedades renales, pérdida de visión, amputaciones y un importante impacto en la esperanza de vida.
El abordaje de la diabetes desde la prevención se ha consolidado como una prioridad. Para ello, no basta con intervenciones puntuales, sino que se requieren estrategias accesibles, sostenibles y, sobre todo, basadas en la evidencia científica. Es aquí donde la dieta mediterránea desempeña un papel protagonista y renovado, como confirma el estudio PREDIMED-Plus.
El PREDIMED-Plus forma parte de la evolución del estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), que lleva más de veinte años analizando los beneficios de la dieta mediterránea. En su primera fase, PREDIMED demostró que una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra y frutos secos disminuía la incidencia de diabetes en un 30% comparado con una dieta baja en grasas.
Sin embargo, esa reducción se asociaba a una pérdida de peso muy leve, lo que dejaba abierta la puerta a indagar si una intervención más intensa y estructurada podría potenciar aún más el efecto protector.
El diseño del estudio PREDIMED-Plus incorpora una intervención sobre el estilo de vida mucho más intensiva, basada en la pérdida de peso mediante una dieta mediterránea hipocalórica -rica en fibra y de bajo índice glucémico- combinada con la promoción de actividad física regular y apoyo conductual.
Los objetivos principales de esta investigación abarcan no solo la prevención de la diabetes tipo 2 sino también la mejora del perfil metabólico, cardiovascular y la calidad de vida general de los participantes.
Participantes, metodología y rigor científico
La muestra del PREDIMED-Plus incluye a 4.746 adultos entre 55 y 75 años con sobrepeso, obesidad y síndrome metabólico en toda España. Al inicio, ninguno de los participantes tenía diabetes ni enfermedades cardiovasculares. Durante seis años, estos voluntarios fueron asignados aleatoriamente a uno de dos programas: el primero, centrado en seguir la Dieta Mediterránea tradicional (sin promoción explícita de actividad física ni reducción calórica marcada); el segundo, conductual e intensivo, enfocado a perder peso mediante una Dieta Mediterránea reducida en calorías (600 kilocalorías diarias menos), acompañada de mayor actividad física y apoyo conductual personalizado.
Esta asignación por azar (ensayo clínico aleatorizado) asegura que -salvo la intervención- no existen diferencias sustanciales entre los grupos, lo que aporta gran solidez estadística y permite atribuir los resultados exclusivamente a las estrategias aplicadas por el estudio. Además, el seguimiento exhaustivo durante seis años, junto con la colaboración de numerosos grupos de investigación de diferentes regiones, añade aún más fortaleza a sus conclusiones.
Los resultados son contundentes y muy relevantes. Tras el seguimiento, se observó que el grupo asignado a la intervención intensiva (dieta mediterránea hipocalórica y actividad física) no solo presentó una mayor adhesión a la dieta mediterránea, sino que también aumentó su actividad física, perdió significativamente más peso y necesitó menos medicamentos para mantener el control glucémico una vez diagnosticados de diabetes.
En términos de la prevención de nuevos casos de diabetes tipo 2, el riesgo absoluto fue del 12% (349 casos) en el grupo que siguió solo la dieta mediterránea, en comparación con el 9,5% (280 casos) en el grupo de intervención intensiva. Esto significa que la estrategia intensiva basada en dieta hipocalórica y actividad física logró reducir en un 31% los nuevos casos de diabetes respecto a la dieta tradicional mediterránea sin restricciones calóricas ni recomendaciones de ejercicio.
Mecanismos fisiológicos y sinergia positiva
Los investigadores del PREDIMED-Plus concluyen que la dieta mediterránea -caracterizada por su riqueza en alimentos frescos, fibra, polyfenoles, grasas saludables y bajo índice glucémico- actúa de forma sinérgica a través de diversos mecanismos implicados en la diabetes, como la reducción de la resistencia a la insulina, la inflamación y el estrés oxidativo. Estos beneficios se ven ampliados por la actividad física y la pérdida de peso, que favorecen aún más el equilibrio metabólico y cardiovascular.
Además, señalan que, por tratarse de una dieta sabrosa, sostenible y culturalmente aceptada en España, puede convertirse en una estrategia ideal a largo plazo para la prevención de enfermedades cardiometabólicas, no solo la diabetes tipo 2, sino también las afecciones cardiovasculares y el síndrome metabólico en general.
El estudio PREDIMED-Plus no solo aporta luz sobre la prevención de la diabetes tipo 2, sino que marca un hito en el diseño de estrategias nutricionales y de actividad física para combatir enfermedades crónicas desde una perspectiva integral. El hecho de que el beneficio se observe incluso en grupos de edad avanzada y con alto riesgo, consolida la propuesta de la dieta mediterránea y el ejercicio como pilares fundamentales en cualquier programa de prevención y promoción de la salud.
Para profesionales de la salud, nutricionistas, dietistas y quienes trabajan en lugares como Espacio Orgánico, estos resultados inspiran acciones concretas, programas adaptados de promoción de hábitos saludables y planes educativos dirigidos a distintos públicos. Adoptar y difundir un enfoque mediterráneo, acompañado siempre de la promoción de la actividad física, es apostar por la prevención sostenible y eficiente en las próximas décadas.
El éxito del PREDIMED-Plus radica también en su carácter colaborativo y multidisciplinar. Bajo el paraguas del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), con áreas especializadas en Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), y Diabetes y Enfermedades Metabólicas (CIBERDEM), han trabajado grupos punteros de instituciones de toda España: Universitat Rovira i Virgili, Universidad de Navarra, Universidad de Valencia, IMIM-Hospital del Mar y Universitat Autònoma de Barcelona, Universidad Miguel Hernández, Hospital Son Espases, Universidad de Málaga, Universidad de Granada, Universidad de Sevilla, Hospital Clínic e IDIBAPS, Hospital Universitario de Bellvitge, Hospital Clínico San Carlos y muchos más.
La proyección internacional está asegurada por la colaboración con la Harvard T.H. Chan School of Public Health de Estados Unidos, que ha aportado conocimiento y experiencia en epidemiología y nutrición poblacional. En 2023, la revista Nature Medicine catalogó al PREDIMED-Plus entre los 11 estudios que cambiarán la medicina en los próximos años debido a su alcance global y relevancia científica.
¿Por qué una dieta mediterránea hipocalórica?
La dieta mediterránea se basa en un patrón alimentario que prioriza frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, aceite de oliva virgen extra, pescado y frutos secos, y limita los productos ultraprocesados, grasas saturadas y azúcares añadidos. ¿Qué aporta la versión hipocalórica? Además de los nutrientes y efectos ya conocidos de la dieta tradicional, la reducción calórica planificada (600 kilocalorías menos al día) facilita la pérdida de peso y potencia aún más la mejora metabólica.
Se ha comprobado que la pérdida de peso moderada y sostenida es una de las intervenciones más eficaces para disminuir el riesgo de diabetes tipo 2 en personas con exceso de peso. En combinación con actividad física regular y un enfoque conductual adaptado, esta estrategia genera resultados más sólidos que dietas restrictivas extremas y poco sostenibles.
El apoyo conductual constituye otro aspecto innovador del PREDIMED-Plus, ya que involucra la educación, el acompañamiento y la adaptación progresiva de los hábitos según las circunstancias de cada persona. Los participantes reciben pautas, talleres y seguimiento personalizado, lo que facilita la adherencia a los cambios y su mantenimiento en el tiempo.
Esta estrategia puede replicarse en otros espacios y contextos, tanto clínicos como educativos, sociales y comunitarios. En Espacio Orgánico, por ejemplo, se busca fomentar este tipo de intervenciones, donde la nutrición consciente, el deporte, el bienestar emocional y el respeto por la salud ambiental forman parte de una misma propuesta de salud integral.
Sostenibilidad y perspectiva eco-saludable
No debe olvidarse que la dieta mediterránea, además de saludable, es respetuosa con el entorno. Potencia la agricultura local, la estacionalidad de los productos y la reducción del desperdicio alimentario. La sostenibilidad ambiental y la salud personal van de la mano. En un contexto de cambio climático y pérdida de biodiversidad, apostar por modelos alimentarios como el mediterráneo representa un beneficio doble: cuidamos la salud y protegemos el planeta.
En Espacio Orgánico recomendamos incorporar todos los elementos clave del enfoque mediterráneo hipocalórico: priorizar los productos frescos, controlar las porciones, elegir grasas saludables (aceite de oliva virgen extra y frutos secos), aumentar el consumo de vegetales y pescados, y reducir el consumo de carne roja, azúcares y ultraprocesados.
La promoción de la actividad física diaria -caminar, practicar deportes moderados e incluir ejercicios de fuerza adaptados a la edad y nivel de condición física- es fundamental.
El acompañamiento emocional, la educación nutricional y el trabajo grupal también refuerzan la motivación y la adherencia al cambio. El objetivo es cuidar la salud desde un enfoque integral y sostenible, basado en la evidencia y adaptado a la realidad de cada persona.
Dieta mediterránea y ejercicio demuestran ser eficaces en la prevención de la diabetes