El final de septiembre marca una etapa fascinante en el mundo vegetal: es tiempo de cosechas abundantes, colores violetas y dorados, y un clima en el que apetece alternar platos frescos con otros más confortables. La protagonista indiscutible de este periodo es la berenjena, una hortaliza que sorprende por su versatilidad, color y perfil nutricional.
A continuación, presentamos una receta vegetariana completa, equilibrada y genuina: berenjenas rellenas con trigo sarraceno, tomate asado, cebolla roja caramelizada, higos frescos y toques de hojas aromáticas.
Es un plato ideal como principal o como entrante compartido, perfecto para una alimentación consciente, saludable y sostenible.
Ingredientes de temporada y beneficios nutricionales
Berenjena
De piel morada profunda y carne suave, la berenjena es una de las reinas de las huertas mediterráneas en septiembre. Rica en compuestos fenólicos como la nasunin, un poderoso antioxidante localizado en su piel, ayuda a combatir el daño celular y el envejecimiento prematuro.
Su contenido de fibra favorece la salud intestinal, el control de la glucosa y el colesterol. Por su bajo aporte calórico y sabor suave, es ideal en dietas de control de peso y para platos detox.
Trigo sarraceno
A pesar de su nombre, el trigo sarraceno no es un cereal, sino una semilla sin gluten rica en proteínas de alto valor biológico, fibra, minerales (magnesio, manganeso), y antioxidantes. Su consumo ayuda a regular los niveles de azúcar, favorece la digestión y aporta saciedad. Es, además, apto para personas celíacas.
Tomate asado
El tomate es otro emblema del verano tardío y principios de otoño. Asarlo potencia su licopeno, uno de los antioxidantes más estudiados por su protección cardiovascular y anticancerígena. Aporta vitamina C, potasio y sabor umami.
Higos frescos
El higo es el gran tesoro efímero de septiembre. Fuente de azúcares naturales, fibra soluble, calcio y antioxidantes, los higos son aliados de la energía física y la salud intestinal. Su dulzor contrasta deliciosamente en platos salados, aportando un toque sofisticado y digestivo.
Cebolla roja
La cebolla roja, más dulce y menos picante, contiene quercetina y antocianinas, antioxidantes que favorecen la función inmunitaria y ayudan a modular los procesos inflamatorios. Al cocinarla despacio aumenta su poder prebiótico y mejora la tolerancia digestiva.
Hierbas frescas: albahaca y menta
El uso de hierbas frescas es clave en la cocina ecológica: añaden aromas y refuerzan la biodisponibilidad de algunos nutrientes. La albahaca aporta eugenol, un antiinflamatorio natural, y la menta estimula la digestión y refresca el paladar.
Ingredientes para 4 personas
- 2 berenjenas grandes
- 100 g de trigo sarraceno
- 3 tomates medianos
- 1 cebolla roja grande
- 3 higos frescos
- 1 diente de ajo
- 1 cucharada de albahaca fresca picada
- 1 cucharada de menta fresca picada
- 3 cucharadas de AOVE (aceite de oliva virgen extra)
- Sal marina y pimienta al gusto
- 1 cucharadita de semillas de sésamo tostadas
- Opcional: levadura nutricional o queso vegano para gratinar
Elaboración paso a paso
- Preparar las berenjenas
Lava las berenjenas y córtalas a lo largo. Haz incisiones en la carne, pincela con aceite y un poco de sal, y hornéalas boca arriba a 190 °C durante unos 30 minutos, hasta que estén tiernas pero mantengan la forma. Déjalas templar, vacía la pulpa con una cuchara y resérvala, dejando la piel intacta como recipiente. - Preparar el trigo sarraceno
Mientras las berenjenas se asan, hierve el trigo sarraceno (previamente lavado) en agua con una pizca de sal durante 12-15 minutos, o según instrucciones del envase, hasta que esté tierno pero suelto. Escurre y reserva. - Preparar el tomate asado
Asa los tomates enteros junto a las berenjenas. Cuando estén arrugados y jugosos, pélalos y córtalos en dados, reservando sus jugos. - Cebolla caramelizada
En una sartén grande añade una cucharada de aceite y la cebolla roja en tiras con una pizca de sal. Cocina a fuego medio-bajo hasta que quede muy blanda y transparente (unos 15 minutos). Añade el ajo picado, la pulpa de berenjena, los dados de tomate asado y el trigo sarraceno. Mezcla bien, salpimienta y saltea durante 2-3 minutos. - Añadir los higos y hierbas
Incorpora a la mezcla los higos frescos en trozos gruesos, reservando uno para decorar. Añade la albahaca y la menta picada, y remueve fuera del fuego. - Rellenar y gratinar
Rellena las mitades de berenjena con la mezcla y espolvorea con semillas de sésamo y un toque de levadura nutricional o queso vegano, si se desea. Gratina durante 7-10 minutos a 200 °C, hasta que estén doradas en la superficie. - Emplatado
Sirve decorando con rodajas de higo fresco y un chorrito de AOVE. Añade hojas frescas de albahaca y menta y más sésamo si se desea.
Sugerencias y variantes
- Puedes añadir frutos secos tostados (nueces, almendras laminadas) para mayor textura y aporte de omega-3.
- Sustituye el trigo sarraceno por mijo, quinoa o arroz integral para variar.
- Si no hay higos, prueba con uvas frescas o peras laminadas.
- Para versión no vegana, se puede añadir un poco de queso de cabra antes de gratinar.
Por qué apostar por esta receta en septiembre
Elegir berenjenas en septiembre significa optar por un ingrediente recolectado en su punto óptimo de maduración, con máximo sabor y valor nutricional. A nivel ecológico, comprar y cocinar de temporada respeta los ritmos de la tierra, reduce la huella de carbono y apoya el mantenimiento de los suelos fértiles.
Además, el equilibrio entre hidratos de absorción lenta (trigo sarraceno), fibra y antioxidantes convierte este plato en un aliado para la prevención cardiovascular, el bienestar digestivo y la saciedad. No lleva ingredientes ultraprocesados ni aditivos, por lo que favorece la alimentación natural y la energía estable durante horas.
Esta berenjena rellena es un canto sensorial a la estación dorada, en la que cada ingrediente suma textura, color y matiz nutricional. Es apta para dietas veganas, vegetarianas y sin gluten (asegurándose de que el resto de los ingredientes estén certificados). Cada porción representa un homenaje a la agricultura ecológica y al ritmo de la naturaleza.
Y es que, como defendemos en Espacio Orgánico, alimentarse en sintonía con el ciclo vital de la tierra es garantía de salud, resiliencia e identidad. Comer bien es un acto revolucionario, ecológico y delicioso.
Berenjena ecológica rellena de trigo sarraceno, higos frescos y tomate asado