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¿Cuán sostenible es tu alimentación?

Con esta sencilla encuesta puedes descubrirlo

En la actualidad, la palabra “sostenibilidad” se ha convertido en un eje esencial de la conversación sobre el futuro del planeta (y también, por qué no decirlo, se trata de un concepto que en buena medida ha perdido rigor, se usa con demasiada "alegría"). Sin embargo, más allá de los titulares y las campañas publicitarias que en ocasiones vacían de contenido los discursos, la sostenibilidad tiene un impacto real y directo en nuestra vida diaria.

En especial, nuestra alimentación es una de las áreas con mayor influencia sobre el bienestar del medio ambiente, la salud y la equidad social. Pero ¿qué significa exactamente tener una alimentación sostenible? ¿Cómo podemos saber si la forma en que elegimos, compramos, cocinamos y consumimos alimentos contribuye realmente a un mundo mejor?

En Espacio Orgánico creemos que la conciencia y la información son el primer paso hacia la acción. Por eso te recomendamos que hagas esta encuesta de la Fundación Vida Sostenible diseñada para ayudarte a valorar cuán sostenibles son tus hábitos alimenticios, detectando fortalezas y áreas de mejora. 

¿Qué es la comida sostenible?

La alimentación sostenible se refiere a un modelo alimentario que, en todas sus etapas, genera un impacto ambiental reducido, contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional tanto actual como futura, y respeta la biodiversidad, la cultura y los saberes tradicionales.

Los sistemas alimentarios sostenibles deben ser capaces de:

  • Nutrir de modo suficiente y saludable a la población actual sin poner en peligro la nutrición de generaciones futuras.
  • Minimizar el uso de recursos naturales finitos como el agua, el suelo y la energía.
  • Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación.
  • Preservar y restaurar la biodiversidad y los ecosistemas.
  • Fomentar la justicia social, el comercio justo y el respeto por las tradiciones culturales y gastronómicas.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y diversas investigaciones internacionales, una alimentación sostenible integra los siguientes principios:

  • Predominio de alimentos de origen vegetal: frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos.
  • Consumo moderado de proteína animal, privilegiando la producción local y extensiva frente a la intensiva.
  • Preferencia por productos de temporada y de proximidad, lo que implica menos transporte y menos almacenamiento, reduciendo emisiones y residuos.
  • Reducción del desperdicio alimentario en todas las etapas: compra, almacenaje, preparación y consumo.
  • Uso limitado de alimentos ultraprocesados, embalajes innecesarios y sustancias químicas tóxicas.

¿Por qué es importante nuestra alimentación en el desafío ecológico global?

La forma en que producimos, transportamos, preparamos y consumimos alimentos es una de las principales causas de la actual crisis climática, la deforestación y la pérdida de especies. 

El sector agroalimentario y la ganadería generan cerca de un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y la producción intensiva de alimentos puede sobreexplotar recursos naturales fundamentales como el agua o la tierra fértil.

Adoptar una alimentación más sostenible supone reducir nuestra “huella ecológica” diaria, promoviendo una agricultura regenerativa, la economía local y la resiliencia de los ecosistemas. Se estima que pequeños cambios en los hábitos colectivos pueden disminuir notablemente el impacto ambiental a nivel global.

No se trata solo de sostenibilidad ambiental. Los sistemas alimentarios sostenibles garantizan la seguridad alimentaria, es decir, que todas las personas tengan acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, nutritivos y adecuados para una vida saludable.

¿Cómo saber si tu dieta es sostenible?

La pregunta parece sencilla, pero la respuesta implica analizar una cadena compleja de decisiones, desde la procedencia de los alimentos hasta la forma en que los cocinamos y conservamos. Por eso, os recomendamos la encuesta que citamos arriba y que considerará todos los aspectos relevantes para valorar la sostenibilidad de tu alimentación

Y, ¿qué evalúa esa encuesta?

  • Origen de los alimentos: ¿Prefieres productos locales y de temporada? ¿Identificas el origen y las condiciones de producción?
  • Tipo de alimentos: ¿Consumo de productos frescos frente a ultraprocesados? ¿Predomina lo vegetal sobre lo animal?
  • Métodos de compra: ¿Prioridad a mercados locales, tiendas ecológicas?
  • Formas de almacenamiento y conservación: ¿Organizas tu despensa para evitar el desperdicio?
  • Criterios de cocina y consumo: ¿Aprovechas al máximo los alimentos? ¿Planificas menús?
  • Nivel de desperdicio: ¿Qué haces con las sobras? ¿Compostas, reciclas?
  • Sensibilidad social y cultural: ¿Valoras y promueves la cocina tradicional? ¿Conoces el impacto social de tus elecciones?

Con tus respuestas, la encuesta te proporcionará una puntuación -visual y sencilla- de hasta 100 puntos, permitiéndote ver tu progreso a medida que avanzas. En solo 5 minutos podrás descubrir si tus elecciones diarias son compatibles con los criterios internacionales de sostenibilidad.

Si después de realizar la encuesta detectas áreas de mejora, aquí tienes algunas sugerencias:

  • Incrementa el consumo de frutas y verduras de temporada y granos integrales.
  • Disminuye la frecuencia y la cantidad de carne roja y productos altamente procesados.
  • Prefiere productos ecológicos certificados y apoya a pequeños productores locales.
  • Planifica tus menús semanales para comprar solo lo necesario y evitar el desperdicio.
  • Adopta recetas que incluyan partes menos habituales de alimentos (hojas, tallos) para reducir residuos.
  • Busca información sobre la procedencia y el impacto de los productos que consumes.
  • Utiliza envases reutilizables y compostables siempre que sea posible.


Cambia tu dieta, transforma el mundo

Elegir lo que comemos es mucho más poderoso de lo que pensamos. Cada compra, cada plato cocinado, cada decisión tomada en la despensa o el supermercado, tienen un efecto en el planeta, la economía local y la salud colectiva. Pequeñas decisiones diarias pueden conducir a grandes transformaciones si las tomamos de manera colectiva y consciente.

Y en Espacio Orgánico os ofrecemos algo que va más allá de la comida sostenible, alimentación ecológica 100% certificada porque todo lo que vendemos es BIO.


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