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Plastívoros: Un sobre consumo de plásticos inaceptable

Uno de los mayores desafíos en un supermercado sigue siendo el envasado de plástico. Actualmente, no existe todavía un sustituto directo del plástico que asegure las mismas condiciones de transporte y durabilidad para el sector. Hoy, uno de cada cuatro envases de plástico son de uso alimentario. La organización civil Justicia Alimentaria ha publicado un informe muy interesante sobre las ensaladas en bolsa, que además de contener muchos pesticidas, también llevan asociado un sobreconsumo de plástico inaceptable.

Y es que cada año se vierten al medio ambiente 2.500 toneladas de plástico derivadas de estos envases de usar y tirar, lo que equivale a cubrir 100 veces el parque del Retiro madrileño con plásticos, cada temporada. Las empresas productoras de ensaladas de plástico son muy conscientes de la mala imagen que da, en los tiempos actuales de emergencia ambiental y climática, verter toda esa cantidad de residuos a la naturaleza. Por ello, caen en cierto ecopostureo afirmando, por ejemplo, que la energía que usa para fabricarlos es neutra en carbono o que sus envases de plástico duro (PET) para platos preparados son de origen reciclado y reciclables. 

Pero claro, que sean reciclables no significa que se reciclen. En el España, el 80 % de los envases terminan en vertederos, incinerados o lanzados al medio ambiente, y el nivel de recuperación/reciclaje de envases de plásticos en nuestro país es solo del 25,4 %. Dicho de otra manera, para Justicia Alimentaria, “el principal uso del plástico es contaminar el planeta, y el principal receptáculo no es otro que los suelos y los ecosistemas acuáticos”.

Tal y como avanzó la campaña “Plastívoros” de esta Organización No Gubernamental (ONG), la directiva sobre plásticos de un solo uso de la Unión Europea (UE) ha dado algún paso hacia adelante al establecer medidas de prohibición, restricción de acceso al mercado, ecodiseño, responsabilidad ampliada del productor (RAP) y medidas de concienciación para los 10 tipos de plásticos de un solo uso más presentes en el medio marino. 

Plástico desechable

El problema es que estos preceptos solo cubren el 5 % del plástico de un solo uso. Teniendo en cuenta los costes ambientales y sociales de la producción de este material, la durabilidad del mismo y los problemas que acarrea cuando se desecha al medio ambiente, “las respuestas deben ir encaminadas a terminar con los productos de plástico desechables (a excepción de usos imprescindibles como el caso médico o sanitario)”, explican desde Justicia Alimentaria.

Reciclar no es la solución, la solución es reducir el uso de plásticos. Apostar por cadenas de suministro más cortas, con alimentos de proximidad, ecológicos y sin envases o, cuando sean necesarios, reutilizables. 

El Parlamento Europeo aprobó en abril de 2024 las nuevas normas de la Unión Europea para reducir por primera vez los embalajes de los alimentos. Se trata de reducir el impacto de los embalajes en términos medioambientales y de salud, partiendo de que cada europeo genera casi 190 kilos de residuos de envases cada año y se espera que esta cifra aumente a 209 kilos en 2030 sin medidas adicionales, según los datos que maneja la Comisión Europea. 

El reglamento establece objetivos de reducción de envases (5 % para 2030, 10 % para 2035 y 15 % para 2040) y exige a los países de la Unión Europea que reduzcan, en particular, la cantidad de residuos de envases de plástico. A partir del 1 de enero de 2030 se prohibirán ciertos formatos, como los envases destinados a frutas y verduras frescas sin procesar. 

Son precisamente toda esta serie de incertidumbres en la estimación de la exposición a pesticidas y microplásticos, junto a los residuos generados, o la falta de estudios científicos concluyentes, que nos hace aconsejar a la persona consumidora que descarte la compra de cualquier ensalada en bolsa y se decante por la lechuga fresca entera para ser consumida después de un intenso lavado. 

En Espacio Orgánico huimos del ecopostureo. Llevamos más de doce años reduciendo los embalajes y el plástico, desde el principio. En nuestros supermercados no hace falta lavar tanto las lechugas, sencillamente porque son 100% bio, ecológicas. Y animamos a nuestros clientes a venir con sus bolsas de tela, que también ofertamos en nuestros establecimientos.


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Ensaladas de bolsas cargadas de pesticidas