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El aceite de oliva también puede revertir tumores cancerígenos

El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es conocido por sus múltiples propiedades saludables, respaldadas por investigaciones científicas. Es útil para tener un corazón saludable ya que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al mejorar los niveles de colesterol HDL (colesterol bueno) y disminuir el LDL (colesterol malo). Son conocidas también sus propiedades antiinflamatorias al contener antioxidantes como el oleocantal, que ayuda a combatir la inflamación crónica.

Hay beneficios para el cerebro pues el aceite puede proteger contra el deterioro cognitivo y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Y también sirve para el control del peso pues mejora el metabolismo gracias a su efecto en la saciedad. Las propiedades antioxidantes del AOVE con reconocidas al ser rico en polifenoles, que protegen las células del daño oxidativo y el envejecimiento prematuro. Y también mejora de la salud digestiva pues favorece la salud intestinal y puede tener un efecto positivo sobre la microbiota.

AOVE contra el cáncer: propiedades antiangiogénicas

Estas propiedades hacen del AOVE un componente esencial de la dieta mediterránea y un aliado en la salud general, pero por si fuera poco lo que vamos a contaros ahora del aceite no se conocía. Y es que un grupo del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y de la Plataforma en Nanomedicina (Ibima Plataforma Bionand), en colaboración con la Universidad de Málaga (UMA), ha dado a conocer un innovador estudio que demuestra las propiedades antiangiogénicas del aceite de oliva virgen extra. Que puede combatir el cáncer, vaya.

Y lo hace porque nada más y nada menos que es capaz de detener o frena la formación de nuevos vasos sanguíneos. Las sustancias antiangiogénicas impiden que se creen nuevas venas o arterias en el cuerpo, algo muy importante en enfermedades como el cáncer, donde los tumores necesitan formar nuevas vías para crecer y expandirse.

El estudio, reciente y publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, evidencia que el extracto de aceite de oliva virgen extra podría abrir nuevas posibilidades para su aplicación en el tratamiento de condiciones como el cáncer y la degeneración macular.

Aceite, menos invasivo que los fármacos

Ana Dácil Marrero, una de las principales autoras de la investigación y parte del grupo de estudio “Bases Moleculares de los Sistemas Biológicos (Sibiuma)”, ha resaltado que "nuestra investigación indica que los compuestos fenólicos presentes en el aceite de oliva virgen extra no solo favorecen la salud, sino que también afectan directamente la angiogénesis, lo que podría tener aplicaciones terapéuticas en enfermedades donde este proceso es fundamental".

Por su parte, Miguel Ángel Medina, catedrático en la UMA y líder del grupo de investigación del Instituto, ha enfatizado la "relevancia" de estos hallazgos, al señalar que "los resultados sugieren que el uso de extractos de AOVE podría ser una herramienta valiosa, lo que nos motiva a continuar nuestra investigación en esta dirección, buscando complementar los tratamientos existentes y proporcionar alternativas menos invasivas".

El aceite de oliva virgen extra y su impacto en la prevención del cáncer

El aceite de oliva en general, pero especialmente el virgen extra, ha sido objeto de numerosos estudios debido a sus potenciales propiedades anticancerígenas. Su composición rica en ácidos grasos monoinsaturados, especialmente el ácido oleico, y en antioxidantes como los citados polifenoles, ha sido vinculada a la reducción del riesgo de varios tipos de cáncer.

Los polifenoles, como el hidroxitirosol, poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden proteger las células del daño oxidativo, un factor crucial en el desarrollo del cáncer. Estudios epidemiológicos han mostrado que las dietas ricas en aceite de oliva están asociadas con una menor incidencia de cáncer de mama, de colon y de próstata.

Además, el aceite de oliva puede influir en la apoptosis, un proceso mediante el cual las células dañadas o anormales son eliminadas del cuerpo. Este mecanismo es fundamental, ya que la falta de apoptosis es una característica común en las células cancerosas. Investigaciones también sugieren que los componentes del aceite de oliva pueden interferir en las vías de señalización celular que promueven el crecimiento tumoral.

Incorporar aceite de oliva en la dieta mediterránea no solo mejora la salud cardiovascular, sino que también ofrece beneficios importantes en la reducción del riesgo de enfermedades oncológicas.


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