Hoy vamos a profundizar en la naturaleza de los aceites minerales presentes en los alimentos, sus fuentes, los riesgos potenciales para la salud y las medidas que se están tomando para abordar este problema.
Qué tipos de aceites minerales hay
Los aceites minerales son una amplia gama de productos derivados del petróleo crudo. Y en el contexto de la contaminación alimentaria, se dividen principalmente en dos categorías:
- MOSH (Mineral Oil Saturated Hydrocarbons): Son hidrocarburos saturados de aceite mineral que incluyen alcanos lineales y ramificados, así como alquil-cicloalcanos.
- MOAH (Mineral Oil Aromatic Hydrocarbons): Son hidrocarburos aromáticos de aceite mineral, que comprenden principalmente hidrocarburos con anillos aromáticos altamente alquilados.
Estos compuestos pueden encontrarse en diversos alimentos, desde productos básicos como arroz, pasta y cereales, hasta alimentos más procesados como chocolate y productos de panadería.
Fuentes de contaminación
La presencia de aceites minerales en los alimentos no es resultado de una adición intencional, sino de diversos procesos de contaminación a lo largo de la cadena de producción y distribución. Las principales fuentes que pueden contaminarlos son:
- Materiales de embalaje: El uso de papel y cartón reciclados en el empaquetado de alimentos es una fuente significativa. Estos materiales a menudo contienen tintas de impresión y adhesivos que pueden migrar a los alimentos.
- Aditivos alimentarios: Algunos aditivos, como los agentes antiaglomerantes o los recubrimientos de frutas, pueden contener trazas de aceites minerales.
- Lubricantes de maquinaria: Los aceites utilizados en la maquinaria de procesamiento de alimentos pueden contaminar los productos durante la fabricación.
- Contaminación ambiental: Los aceites minerales pueden estar presentes en el aire o el suelo, contaminando los cultivos durante el crecimiento o la cosecha.
- Ceras y recubrimientos: Utilizados en frutas y verduras para mejorar su apariencia y prolongar su vida útil.
Riesgos potenciales para la salud
La preocupación por los aceites minerales en los alimentos se debe principalmente a sus potenciales daños para nuestra salud. Los riesgos varían según el tipo de aceite mineral:
MOSH:
- Pueden acumularse en tejidos humanos, incluyendo el hígado, los ganglios linfáticos y el bazo.
- Aunque no se consideran genotóxicos o carcinogénicos, su acumulación puede causar inflamación y formación de granulomas.
- Los efectos a largo plazo de esta acumulación aún no se saben a ciencia cierta.
MOAH:
- Son motivo de mayor preocupación debido a su potencial genotóxico y carcinogénico.
- Algunos compuestos dentro de esta categoría pueden dañar el ADN y potencialmente causar cáncer.
- La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha declarado que no se puede establecer un nivel seguro de exposición para los MOAH.
La evaluación del riesgo se complica por la variabilidad en la composición de los aceites minerales y la dificultad para determinar la exposición a largo plazo en humanos.
Regulación y límites
La regulación de los aceites minerales en los alimentos es un área en desarrollo. Actualmente, no existen límites legales específicos en muchos países, pero la situación está cambiando. La Unión Europea está considerando establecer límites máximos para MOSH y MOAH en alimentos. Algunos países, como Alemania, han propuesto sus propios límites recomendados. La industria alimentaria está trabajando en directrices voluntarias para reducir este tipo de contaminación, y es que la falta de una regulación uniforme a nivel global presenta desafíos para el comercio internacional y la protección del consumidor.
La detección y cuantificación de aceites minerales en alimentos es un proceso complejo que requiere técnicas analíticas avanzadas:
- La cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas (GC-MS) es una técnica común para la identificación y cuantificación.
- La cromatografía líquida de alta eficacia (HPLC) también se utiliza, especialmente para separar MOSH y MOAH.
- Se están desarrollando métodos más sensibles y específicos para mejorar la detección de estos compuestos en matrices alimentarias complejas.
La complejidad de estos análisis y la necesidad de equipos especializados hacen que la monitorización rutinaria sea un desafío para muchos productores y reguladores.
Estrategias de mitigación
La industria alimentaria y los reguladores están implementando diversas estrategias para reducir la presencia de aceites minerales en los alimentos:
- Mejora de los materiales de embalaje: Desarrollo de barreras funcionales en envases para prevenir la migración de aceites minerales.
- Uso de tintas y adhesivos alternativos: Sustitución de productos basados en aceites minerales por alternativas más seguras.
- Optimización de procesos de producción: Implementación de mejores prácticas para reducir la contaminación durante la fabricación.
- Selección de proveedores: Mayor escrutinio en la selección de materias primas y proveedores para minimizar la contaminación.
- Educación y concienciación: Programas para informar a productores y consumidores sobre los riesgos y las formas de reducir la exposición.
A medida que avanza nuestro conocimiento sobre los aceites minerales en los alimentos, surgen nuevos desafíos y áreas de investigación. Se necesitan más estudios para comprender los efectos de la exposición crónica a bajos niveles de aceites minerales. También es necesaria la mejora de las técnicas de detección para permitir un monitoreo más eficiente y económico. Y desarrollar alternativas seguras, investigando en materiales y procesos alternativos que puedan reemplazar el uso de aceites minerales en la industria alimentaria.
Además, hay que hacer esfuerzos para establecer estándares y límites globalmente aceptados en la normativa. Y por último, es importante la biomonitorización, es decir, hacer estudios para evaluar los niveles de aceites minerales en la población general y grupos de riesgo.
Conclusión
La presencia de aceites minerales en los alimentos representa un desafío complejo para nuestra seguridad alimentaria. Aunque los riesgos asociados con los MOSH parecen ser limitados, la preocupación por los MOAH y su potencial carcinogénico justifica una acción preventiva. La industria alimentaria, los reguladores y la comunidad científica deben trabajar en conjunto para abordar este problema.
Las medidas para reducir la exposición a aceites minerales deben implementarse sin comprometer la seguridad alimentaria en otros aspectos o aumentar significativamente los costes para los consumidores. La educación del público sobre este tema también es esencial para permitir decisiones informadas sobre la dieta y el consumo.
En última instancia, el objetivo debe ser minimizar la exposición a aceites minerales, especialmente a los MOAH, mientras se continúa investigando para comprender mejor sus efectos a largo plazo. Este enfoque holístico, que combina investigación, regulación y prácticas industriales mejoradas, es fundamental para garantizar la seguridad de nuestro suministro de alimentos en el futuro.
Y es que en los alimentos certificados como ecológicos, la presencia de aceites minerales tampoco es intencional, pero puede ocurrir debido a la contaminación ambiental o durante el procesamiento y envasado. Aunque los productos ecológicos están sujetos a regulaciones estrictas que limitan el uso de sustancias químicas sintéticas, no están completamente exentos de la contaminación por aceites minerales.
Cuidado con los aceites minerales en los alimentos