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Los 5 mejores alimentos para prevenir la inflamación

Amigos y amigas de Espacio Orgánico, hoy vamos a tratar sobre un tema que nos afecta a todas las personas: la relación entre lo que comemos y cómo se inflama nuestro cuerpo. Y es que, como siempre decimos, ingerir comida no es lo mismo que alimentarse bien.

La “cultura de la mala alimentación”, el enorme consumo de comida ultraprocesada, nos ha llevado por un camino peligroso, llenando nuestros platos de productos nocivos y alejándonos de la verdadera nutrición. Es hora de desperezarse y entender que la alimentación es uno de los principales factores que incide en la inflamación de nuestro organismo.

 

¿Y qué es exactamente la inflamación? 

 

Pues bien, la inflamación es un mecanismo de defensa del cuerpo ante amenazas como infecciones, lesiones o toxinas. Es una respuesta del sistema inmunológico que implica la liberación de sustancias químicas y un aumento del flujo sanguíneo hacia la zona afectada. Esta reacción se caracteriza por enrojecimiento, hinchazón, dolor y calor en el área dañada.

Existen dos tipos principales de inflamación:

  1. Inflamación aguda: Es una respuesta rápida y de corta duración, generalmente beneficiosa para el organismo. Por ejemplo, la inflamación que ocurre cuando nos cortamos es parte del proceso de curación.

  2. Inflamación crónica: Ocurre cuando la respuesta inflamatoria persiste durante un largo período, incluso después de que la amenaza inicial haya desaparecido. Esta forma de inflamación puede ser perjudicial para la salud.

La inflamación crónica puede ser causada por infecciones o lesiones no curadas adecuadamente, trastornos autoinmunes, exposición prolongada a irritantes ambientales, o cambios en el estilo de vida como una dieta poco saludable o estrés crónico. Los síntomas pueden ser sutiles e incluir fatiga crónica, infecciones recurrentes, problemas digestivos y trastornos del sueño.

Factores como la industrialización de la alimentación, el estilo de vida sedentario, el estrés crónico, la falta de sueño, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol pueden contribuir a la inflamación crónica. Estos factores pueden alterar la microbiota intestinal y desregular la respuesta inmunitaria.

Para detectar la inflamación, los médicos buscan cuatro signos clásicos: dolor, tumor (hinchazón), rubor (enrojecimiento) y pérdida de función. Sin embargo, la inflamación crónica de bajo grado puede ser difícil de diagnosticar. Algunos indicadores incluyen problemas recurrentes en la piel, cambios en la calidad del cabello y las uñas, problemas digestivos e infecciones frecuentes.

 

¿Qué enfermedades están relacionadas con la alimentación?

Algunas de las principales son:

  1. Enfermedades cardiovasculares: Cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular.

  2. Cáncer: La inflamación crónica contribuye aproximadamente al 25% del riesgo de cáncer.

  3. Diabetes mellitus tipo 2.

  4. Enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

  5. Trastornos autoinmunes: Artritis reumatoide, lupus, psoriasis, enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.

  6. Enfermedad renal crónica.

  7. Hígado graso no alcohólico.

  8. Síndrome metabólico, que incluye hipertensión y obesidad.

  9. Depresión y otros trastornos de salud mental.

  10. Sarcopenia y osteoporosis.

Estas enfermedades comparten la inflamación crónica de bajo grado como factor común, lo que eleva el riesgo de morbilidad y mortalidad. De hecho, más del 50% de todas las muertes en el mundo son atribuibles a enfermedades relacionadas con la inflamación.

Los 5 mejores alimentos antiinflamatorios

La buena noticia es que podemos combatir la inflamación desde nuestra cocina. Sí, habéis leído bien. La naturaleza nos brinda alimentos con propiedades antiinflamatorias que pueden ayudarnos a mantener a raya este problema.

  1. Bayas: Estas pequeñas frutas son auténticas bombas de antioxidantes y fitoquímicos que reducen la inflamación. Las bayas, como moras, fresas y arándanos, son verdaderas joyas nutricionales. Su alto contenido en fibra, fitoquímicos y antioxidantes las convierte en potentes aliadas contra la inflamación.

Las bayas de enebro, por ejemplo, son ricas en compuestos que no solo combaten la inflamación, sino que también mejoran la digestión y fortalecen el sistema inmunológico. Estos pequeños frutos pueden proteger nuestras células del daño causado por los radicales libres, contribuyendo así a prevenir enfermedades crónicas y el envejecimiento prematuro.

  1. Salmón: Rico en ácidos grasos omega-3, este pescado es un aliado contra la inflamación y el colesterol alto. Los omega-3 interfieren con leucocitos y citoquinas, células y enzimas clave en la respuesta inflamatoria del cuerpo.

  2. Brócoli: El brócoli es una verdadera potencia antiinflamatoria gracias a su alto contenido en sulforafano. Este compuesto bioactivo es un potente antioxidante que reduce la inflamación. Estudios han demostrado que el consumo regular de brócoli puede disminuir marcadores de inflamación como la interleucina 6 y la proteína reactiva C. Además, el sulforafano del brócoli tiene el potencial de mejorar el control de la glucosa en pacientes con diabetes tipo 2.

  3. Aceite de oliva: El aceite de oliva virgen extra es rico en polifenoles, especialmente en oleocantal, un compuesto con propiedades antiinflamatorias más potentes que el ibuprofeno. El oleocantal actúa inhibiendo la enzima ciclooxigenasa, responsable de la formación de sustancias que provocan inflamación. El consumo regular de aceite de oliva rico en oleocantal se ha asociado con beneficios en diversas enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación.

  4. Cúrcuma: Esta especia dorada contiene curcumina, un poderoso compuesto antiinflamatorio. La curcumina inhibe la actividad de enzimas clave en la inflamación, como la ciclooxigenasa-2 (COX-2) y la lipooxigenasa (LOX). Y también bloquea la activación de NF-κB, un factor de transcripción que regula la expresión de genes proinflamatorios. Y, entre otras propiedades, actúa como eliminador de radicales libres y mejora la actividad de enzimas antioxidantes como el glutatión y la superóxido dismutasa (SOD).



Pero ojo, no se trata solo de añadir estos alimentos a nuestra dieta. Es muy importante reducir el consumo de alimentos muy procesados, azúcares añadidos y grasas no saludables. Recordemos que, la comida de verdad no necesita etiquetas kilométricas ni ingredientes que no puedas pronunciar.

En Espacio Orgánico apostamos por una alimentación ecológica y de calidad. Porque comer bien no es solo un placer, es una necesidad para mantener nuestra salud a largo plazo. 

Y tú, ¿ya has incorporado estos alimentos antiinflamatorios a tu dieta?


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