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¡Alejad vuestra palma de nuestra infancia! La denuncia de Justicia Alimentaria que no podemos ignorar

En Espacio Orgánico, siempre defendemos una alimentación limpia, saludable y respetuosa con el planeta. La reciente denuncia de Justicia Alimentaria, bajo el lema “¡Alejad vuestra palma de nuestra infancia!”, pone el foco en un ingrediente oculto que sigue impregnando ultraprocesados infantiles y adultos: el aceite de palma.

Este informe del Observatorio de Corporaciones Alimentarias (OCA) revela que, pese a la percepción de su desaparición, está camuflado en casi la mitad de los productos de supermercado, dirigido especialmente a niños.​

El aceite de palma acecha en productos infantiles

Justicia Alimentaria desmonta el mito: el aceite de palma no ha desaparecido. Aparece disfrazado como “grasa vegetal de palma”, “palmoleína”, “estearina de palma”, “aceite de palmiste” o incluso “Elaeis guineensis”.

Ejemplos flagrantes en ultraprocesados populares entre niños incluyen donuts, caramelos , galletas, o helados mini bombón de conocidas marcas. Estos productos, con empaquetado atractivo para peques, priorizan costes sobre salud.​

No solo afecta a niños: galletas, bollería, aperitivos, cremas de cacao y margarinas para adultos lo contienen masivamente. España importa el 20% del aceite de palma guatemalteco, que se transforma en estos ultraprocesados presentes en nuestra cesta diaria. 

La organización exige prohibir su uso en alimentos infantiles y etiquetado frontal visible, ya que alternativas como aceites de oliva o girasol existen y se usan en otras marcas.​

Daños a la salud: un riesgo silencioso para generaciones

El aceite de palma es rico en grasas saturadas -hasta varias veces más que el oliva o girasol-, elevando el colesterol LDL y el riesgo cardiovascular. Su refinado genera compuestos tóxicos como ésteres glicidílicos (GE) y 3-MCPD, genotóxicos y cancerígenos según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) , que dañan ADN y riñones en estudios animales.​

Un estudio del IRB Barcelona (Nature, 2021) demuestra que el ácido palmítico fomenta metástasis tumorales vía “memoria celular”. The Lancet vincula ultraprocesados con aceite de palma a doce enfermedades crónicas: obesidad, diabetes tipo 2, cánceres y Alzheimer.

En bebés, reduce absorción de calcio y grasas buenas, provocando menor densidad ósea a largo plazo. Para niños, expuestos a publicidad manipuladora, multiplica vulnerabilidad a adicciones alimentarias.​

Por qué la industria alimentaria convencional lo adora

La versatilidad del aceite de palma lo hace irresistible para gigantes de la industria. Produce más aceite por hectárea que soja, canola o girasol, abaratando la producción masiva. 

Es semisólido a temperatura ambiente (relación 1:1 saturados/insaturados), evitando hidrogenación y grasas trans; estable a altas temperaturas para frituras; neutro en sabor y olor; prolonga vida útil gracias a antioxidantes naturales; y da texturas cremosas o crujientes a galletas, helados y snacks.​

Reduce el desperdicio y los costes logísticos, clave en márgenes ajustados. Derivados como la oleína (líquida para frituras) y la estearina (sólida para repostería) optimizan sus fórmulas.

La producción de palma aceitera es la principal causa de deforestación en Indonesia, Malasia y Guatemala, destruyendo selvas tropicales y hábitats de orangutanes, tigres y rinocerontes.

Emite gases de efecto invernadero masivos al quemar turberas, agravando el cambio climático. Provoca erosión del suelo, pérdida de biodiversidad y conflictos laborales: condiciones precarias, criminalización de líderes sociales.

Alimentación ecológica certificada libre de palma

A diferencia de ultraprocesados convencionales, la alimentación certificada ecológica de la Unión Europea (UE) excluye el aceite de palma. El Reglamento (UE) 2018/848 no lo autoriza entre aceites vegetales permitidos, por incompatibilidad con principios ecológicos: rotación cultivos, ausencia monocultivos destructivos y contaminación cero. Prioriza oliva, girasol, coco o lino de fincas regenerativas.​

Justicia Alimentaria exige la prohibición inmediata del aceite de palma en todos los alimentos infantiles, dada su presencia oculta en ultraprocesados como galletas, helados y snacks dirigidos a niños vulnerables. Propone un etiquetado frontal claro y obligatorio para alertar sobre sus riesgos, junto con la aplicación sin demoras del Reglamento EUDR de la UE, que veta importaciones ligadas a deforestación.

Ante camuflajes como “grasa vegetal de palma” o “palmoleína”, urge leer etiquetas con lupa y rechazarlos por completo. La alternativa imbatible: optar por productos certificados ecológicos, libres de palma por normativa UE (Reglamento 2018/848), que priorizan aceites sostenibles como oliva o girasol.

En Espacio Orgánico, todos nuestros productos son certificados como BIO -galletas, aperitivos, leches vegetales- usan alternativas ecológicas, trazables y SIN palma.​

Tu compra diaria cambia el mundo: menos deforestación, niños sanos, planeta vivo. Visítanos en Alcobendas o Majadahonda, y también online para descubrir nuestra gama ecológica. ¡Porque la alimentación orgánica no es lujo, es necesidad! Y si te ha gustado esta publicación, comenta o difunde en tus redes sociales.


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La comida ultraprocesada comienza a ser etiquetada como nociva para la salud